5 de agosto 2025. Bovec

 Insistimos en la amabilidad de los eslovenos. Es gente maja y amable, que incluso en los lugares más turísticos se comportan con educación y empatía. 

Esto lo comprobamos también con el chico que cobra el parking donde dormimos. A pesa de llegar a las 8 nos puso que habíamos llegado a las 10 y esta mañana también nos reduce el tiempo de estancia y nos ofrece todo tipo de explicaciones sobre la ruta a seguir. Muy majo.

Desde el mismo parking sale una ruta que conduce a la Cascada Virje, una de las dos que queremos visitar en este pueblo. Aunque según él está a unos 40 min y a nosotras, a buen ritmo, nos cuesta una hora... de nuevo con interesantes subiditas... el cansancio está empezando a hacer mella!

Las cascadas nunca nos dicen demasiado... sonará snob esto que voy a decir, pero habiendo visto las más impresionantes del mundo (Victoria, Iguazul, Niagara... ), estas nos saben a poco...  De todos modos, el trecking merece mucho la pena. 

De vuelta al aparcamiento donde hemos dormido, cogemos la furgo para ver la segunda cascada que hay que visitar en este pueblo. La cascada de Soka. 

Esta la anuncian como la más alta de Eslovenia, pero de nuevo la misma sensación... también será porque en esta época del año traen poca agua. 

Hoy hace mucho calor y estamos cansadas, así que decidimos darnos un homenaje es un buen restaurante de Bovec. Encontramos uno que pinta muy bien de comida local en Kal-Korita, pueblo cercano a Bovec. Nos comemos queso frito y unos estupendos filetes de ternera que nos saben a gloria. Después de semejante comilona, nuestro cuerpo requiere una siesta, así que decidimos darle el gusto y buscamos una zona fresquita y sobreada para disfrutarla... 

Tras este receso en el camino, decidimos ir a visitar el museo al aire libre de Relvelnik, que se encuentra en una colina fortificada que formaba parte de la primera línea del frente austrohúngaro en el frente de Isonzo. Está muy bien conservado, y se puede caminar por las trincheras, grutas excavadas en la roca, aprovechando oquedades naturales, y casetas restauradas de las que usaban los oficiales durante la guerra. Es bastante impresionante recorrerlo la verdad, especialmente las frías y húmedas grutas, donde vivían amontonados los soldados... 

De ahí ya decidimos ir al pueblo de Soca, nuestro próximo destino, para buscar alojamiento pronto, pero da igual lo pronto que vayas... todos los campings nos dicen que lo tienen "fully booked" hasta finales de agosto... Así que ajo y agua, volvemos al parking de Bovec, eso sí, antes nos deleitamos por un road trip por la zona de Soca. Es el final del valle y el paisaje alpino es espectacular... 

Además, tuvimos la suerte de ver un pequeño grupo de tres hembras de gamo que nos saltaron delante de la furgo y nos dejaron con la boca abierta con su elegancia y agilidad.