21 de Julio 2025. Atravesando Eslovenia...

Despertamos de manera relajada después de una agradable y fresca noche. 

Desayunar y recoger el campamento cada vez nos cuesta menos, así que aprovechamos para hacer parte de la ruta que lleva a la ermita y que asciende por los montes que nos rodean. 

A las diez partimos con la intención de llegar, como poco a Eslovenia y, si se nos da bien, cruzar ya a Croacia. 

La autovía que lleva de Turín a Venecia está muy concurrida, y aunque el tráfico es fluido, no te puedes descuidar un segundo. Montamos algún numerito en los peajes por meternos el la línea equivocada, pero al final nada que no tenga fácil solución... 

Paramos a comer cerca de un laguito, con la intención de andar un poco después de comer antes de meternos de nuevo otra panzada de kilómetros. 

El lugar lo marcamos como "favorito" en Park4night porque es muy agradable y tiene un paseo precioso alrededor del lago.

Por la tarde, antes de salir de Italia, nos sacude una intensa tormenta que hace que los coches se vayan parando a los lados de la autovía porque se hace difícil y peligroso circular. Nosotras los imitamos durante un rato y cuando amaina ligeramente decidimos seguir ruta, pero todo esto retrasa un tanto nuestras expectativas de llegar a Croacia.

El paisaje que nos ofrece Eslovenia nos sorprende gratamente. Rodeada de altas cumbres, todo el país es verde y boscoso. Es un paraíso para escaladores y montañeros y no tanto para camperistas, porque la acampada libre no está permitida. Pero tiene buena infraestructuras de campings y lo vamos a poner en la lista de futuras visitas, ya que lo poco que hemos visto, nos ha gustado. 

Nos adentramos un poco en el país para dormir en un pequeño camping muy bien evaluado en la aplicación. La zona rural es eminentemente ganadera, con muchas granjas de madera rodeadas de zonas de pastos y bosques. Hay pequeñas plantaciones de maíz que parchean todo el paisaje y parecen más para autoconsumo que para producción industrial. Todas las construcciones son de madera.

Antes de llegar al camping paramos en una panadería y, además de un rico pan, compramos una torta de queso local que tiene una pinta excelente. 

El camping está en Dolenje Gradisce y tiene pocas parcelas, pero muy bien acondicionadas. Disfrutamos de sus instalaciones limpias y funcionales y cenamos esa maravillosa torta de queso local. La noche es tranquila y fresca.. así da gusto!!